LA ECONOMÍA CÓDIGO
Las
criptomonedas están respaldadas por los genios que dan vida a la red. Eso que
han denominado “minar”, no es más que crear nuevos bloques criptográficos. Es
un fenómeno complejo e intangible, por eso tiene tanto valor. Por su parte, la
gente ha comenzado a confiar en la aptitud y capacidad de quienes han creado,
por así decirlo, este nuevo paradigma financiero y a partir del 2009 el
crecimiento ha sido sostenido. Es un gran momento histórico donde por primera
vez algún sistema monetario en la humanidad ha sido respaldado por conocimiento,
algo que no se puede tocar, no es empírico, sino que es una información, un
ordenamiento del lenguaje que solo puede ser dominado por los genios de este
planeta, o como diría el profesor Howard Gardner La generación App. Las criptomonedas son un mercado sólido y creciente.
Si
bien es cierto que a partir del crack de los años 30 se comenzó a emitir más efectivo del
que podía ser respaldado en oro, también es cierto que es un “papel”; en
consecuencia es un material, empírico; las criptomonedas son solo una idea, una
secuencia binaria, un código. Llamaremos economía código a todas las
transacciones financieras que se generan dentro del ámbito del mundo digital.
Es decir, estamos en presencia de un fenómeno creciente e innegable: la
virtualización de gran parte de los procesos que pertenecen a la memoria, porque
el mundo digital es solo una extensión de la memoria de los humanos. Las bases
de datos son inmensos repositorios de nombres y direcciones que jamás pudieran
ser gestionados por un humano. Las bases de datos han reordenado el mundo de
tal forma que hoy es casi imposible no estar indexado en cualquier servidor.
Ahora,
la apuesta por una economía digital tiene que ver con dos cosas
fundamentalmente, a saber: la visión y la identificación de las oportunidades.
La visión porque está claro que el nuevo reordenamiento de la economía mundial
se dirige estadísticamente hacia un entorno basado en un sistema digital. Hasta
hace muy poco, los bancos habían tenido en el lenguaje computacional un apoyo
en cuanto a la seguridad de las transacciones, que ya de por sí, significó un
salto importante hacia la desmitificación de la moneda y el billete. Los cajeros
automáticos popularizaron y masificaron la idea de que el dinero yacía en
grandes repositorios o servidores. Es muy probable que la vida económica del
planeta sea completamente digitalizada en unos pocos años.
La
irrupción del Bitcoin en el escenario mundial (me refiero al 2009 cuando se
realiza el primer cambio de Bitcoins por dólares), supuso el reto por parte de
algunas iniciativas en el ámbito financiero, de permitir transacciones con esta
moneda virtual, cajeros automáticos, bienes raíces. Es posible que se aproxime
una etapa de la historia en que el dinero ahorrado jamás se convierta en moneda
o papel (moneda fiat). En primer lugar porque la fortaleza del software de
seguridad de las instituciones financieras del mundo cada vez más incluye
protocolos que son extremadamente difíciles de ser violentados por alguna
actividad ilegal en la red. Eso genera tranquilidad en quien invierte y toma la
decisión de adquirir una moneda, en este caso virtual, como lo son las criptomonedas.
La adquisición de valor sostenido y pujante del Bitcoin ha encendido las alarmas de la
sociedad porque, de lograrse el éxito total y absoluto de una moneda que sólo
es un código, pudiéramos estar en presencia de un cambio que se puede operar en
unos pocos años, como es la implementación de un sistema mundial de monedas y
criptomonedas.
Por
lo tanto, el segundo aspecto que es la identificación de las oportunidades está
relacionado con la eliminación del miedo al cambio que tienen las personas y
los gobiernos del mundo, que todavía ven en la red un espacio inseguro para
realizar transacciones que supongan el uso de dinero y, además con la
identificación de un terreno nuevo y fértil para crecer económicamente. Las
criptomonedas llegaron como internet, y
las redes sociales, para quedarse entre quienes creen en la fortaleza de la
sociedad digital. La irrupción de las criptocurrency
exchanges permite hoy en día muy fácilmente transformar criptomoneda en
moneda FIAT de algún país con tan solo un par de clics. El impulso ha sido tal
que el Bitcoin superó al valor del oro a mediados del 2017.
Hay
libertad absoluta, transparencia y seguridad, salvo muy contadas excepciones
que siempre finalizan en buenos términos, ya que si algo es de interés en la
vida económica digital es la confianza. La confianza es la columna vertebral de
la economía código.
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